Estábamos muy cerca del Museo del Louvre (Musée du Luvre) y ahí fuimos.
Al haber ido en noviembre, no era un mundo de gente (ni parecido) y como teníamos la entrada incluida en el Paris Pass casi no hicimos cola.
Nos alquilamos una audioguia muy útil sobre todo para quienes no somos entendidos del arte. Se hace mucho más ameno y uno logra comprender un poco más las obras que está viendo. Además, nos llevó directo a las obras más importantes del museo, algo fundamental, ya que es enorme el lugar y muchos se pierden sin llegar a ver lo que realmente buscan...
La entrada al Louvre y su famosísima pirámide...
La audioguía nos acercó, casi al comienzo del recorrido, a la Venus de Milo.
Pero, claro, la más famosa (aunque no es nuestra preferida) es la Gioconda, de Da Vinci, llamada comúnmente La Mona Lisa.
Estaba rodeada de mucha gente!
Aunque esta foto no le hace justicia... Era muy buena!
Vale la pena realmente pasar un buen rato en este espectacular museo.
Cuando salimos del museo la lluvia estaba parando por lo que pudimos seguir disfrutando de los paisajes parisinos.
Justo enfrente del Louvre está el Arc de Triomphe du Carrousel construido entre 1806 y 1808 a pedido de Napoleón para conmemorar sus victorias militares.