Hicimos un rápido check out en nuestro hotel de Londres y partimos hacia la estación de trenes (St Pancras) para tomarnos el Eurostar (tren bala) a las 11:04hs hacia Bruselas (estación Brussels Midi) y desde allí tomarnos un tren que nos dejaría en Brujas.
El viaje en el Eurostar ( a toda velocidad!) fue de un par de horas y se nos pasó volando ya que nos pusimos a ver las fotos que habíamos sacado en Londres... un montón!
Ya en Brujas, caminamos desde la estación hasta nuestro hotel que en este caso era un Bed & Breakfast muy bien calificado por otros viajeros: Den Witten Leeuw (El león blanco).
Pasaríamos sólo una noche en la ciudad pero resultó ser un lugar espectacular y con una atención bárbara tanto la del B&B como en los negocios... súper recomendable!
Como en todas las ciudades en que estuvimos, realmente, estaba todo perfectamente señalizado por lo cual es relativamente fácil orientarse en las ciudades... Así y todo, un vecino de la zona, que nos vio echando una ojeada a un mapa a la salida de la estación, se ofreció (hablaba 3 idiomas) a indicarnos qué camino tomar para llegar al hotel... qué gente amable!
Así que tomamos un camino un poco más largo pero que nos permitió pasear por el Minnewaterpark y ver su lago Minnewater (conocido como Lago del Amor).
Qué decir de las vistas que pudimos ya tener! Es una ciudad como de cuento de hadas!
Cuando llegamos al B&B nos recibió uno de los "dueños de casa" y tras dejar las valijas en la habitación nos fuimos a pasear... Pero antes de salir, sacamos unas fotos entre las cuales están las que posteamos acá: el living (que cumple función de lobby) y la vista desde nuestra habitación!!
Es una casa amplia donde sus dueños alquilan 3 habitaciones, una al lado de la otra, y a nosotros nos tocó la llamada Den Anker: El Ancla.
Después de comer unas hamburguesas empezamos con nuestro recorrido.
La ciudad es chiquita así que no hay ningún problema en hacer todo a pie y, aunque durante casi todo el día lloviznó, pudimos recorrer todo lo que queríamos y más.
Es una ciudad perfecta: limpia, tranquila, con gente amable y con un paisaje de ensueño... A caminar!
Paseamos por el centro comercial que, para el tamaño de la ciudad, es bastante grande... Muchos negocios de moda y mucha gente comprando!
Conocimos el monumento de Simón Stevin, un importante matemático nacido en Brujas en 1548, ubicado en una plaza que lleva su nombre: Stevinplein.
Seguimos por Steenstraat hasta llegar a la famosa Marktplatz, plaza del Mercado.
Desde ahí vimos importantes edificaciones como el campanario (Belfort en flamenco) llamado Belfry.
Es una imponente torre medieval a la cual se tiene acceso para tener las mejores vistas de la ciudad... Claro, para llegar a la cima de sus 83 metros de altura hay que subir 366 escalones!
Nosotros optamos seguir viendo todo desde abajo, por supuesto...
Qué plaza tan linda! Abierta y con vista a estos edificios y muchos más... mucho encanto.
Conectada por una callecita está la Plaza Burg... menos abierta pero el mismo encanto!
En esta plaza está el Ayuntamiento, edificio construido entre los años 1376 y 1400... A su derecha, está la Cripta de San Basilio del siglo XII.
También dentro de esta plaza vemos la Probostia (Proosdji), un palacio barroco de 1662... Y hay más: la Basílica de la Santa Sangre (siglo XV) y también el Palacio de Justicia (Gerechtshof) que hoy es un museo y que fuera construido en 1727.
En fin, hay muchísimo para ver en tan poco territorio... No es casual que el casco histórico de Brujas fue declarado Patrimonio de la Humanidad... es hermoso.
Eran varias las opciones pero nos decidimos por Belgian Beer Pub Don Quichotte, un lugar con música donde un grupo de personas ya pasaditas de alcohol, cantanban y bailaban alegremente... un lugar con toda la onda!
Nos perdimos por las callecitas de Brujas por bastante tiempo, con sus empedrados, bicicletas, fachadas recortadas y un aire muy romántico la caminata tenía un acompañamiento único. Hasta que llegamos a Ezelpoort una de las entradas a la ciudad y nos sacamos algunas fotos pese a la insistente llovizna que nos seguía acompañando.
Paramos en un bar (cerca del que habíamos ido a la tarde) e hicimos un brindis.
Después de descansar un ratito estábamos listos para una última vuelta por la ciudad.
Paseamos por la Plaza Burg, ahora ya de noche se observan las fachadas iluminadas... un sueño!
Vimos la Chocolateria Bourg,,,, qué divertida! Aca va una foto:
Comimos en un lugar llamado De Vier Winden (los cuatro vientos) y resultó grandioso; no sólo la comida estaba buena (pudimos comer un buen bife con papas fritas!) sino la atención del personal y el ambiente. Mejor aún la vista directa a la Markt y todo su encanto!
El mozo que nos atendió, súper amable, hablaba 8 idiomas! Hasta nos hizo un chiste en español al momento de pedir la cuenta. Realmente, un gusto haber elegido ese lugar para nuestra única cena en la ciudad
Así veíamos desde nuestra mesa... genial!
Terminamos la cena y partimos hacia el hotel y caminamos por última vez en este viaje por las hermosas callecitas empedradas de la ciudad y aprovechamos para conocer un poco más antes de irnos a dormir.
Llegando al hotel, sacamos las últimas fotos... Acá estamos justo enfrente a la entrada... Muy linda cuadra, realmente.
Y listo, llegamos a la puerta de nuestro B&B listos para descansar después de darnos un buen baño.
Al día siguiente, nos esperaban con el desayuno listo a eso de las 9am ya que debíamos partir hacia nuestro próximo destino: Amsterdam!!!