Tras bajar del tranvia, recorrimos un poco los alrededores del castillo mientras nos dirigíamos hacia él y así pudimos apreciar una arquitectura muy particular con imponentes palacios y casas muy antiguas que hacen muy agradable la caminata.
Actualmente, pertenece a la Galería Nacional de Praga y cuenta en su interior con una importante exposición de arte barroco.
Parece más una ciudad que un castillo ya que incluye varios palacios, iglesias y demás edificaciones... es enorme!!! No por nada está considerado la mayor fortaleza medieval del mundo y forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
Una vez adentro, fuimos a comprar nuestra entrada y esta vez no quisimos pagar por una audioguía... No nos arrepentimos ya que con el plano que viene junto con la entrada más algunas anotaciones que habíamos llevado fue más que suficiente para recorrer el lugar.
Paseamos por los Jardines del Bastión (Zahrada Na Baště)... Cuidados como pocos, estos jardines transmiten una paz y una belleza indescriptibles... hermosos es poco!!!
Entramos a conocer la Basílica y el Convento de San Jorge que se encuentran detrás de la Catedral San Vito.
La Basilica es muy vistosa por fuera, con su fachada roja y sus torres blancas pero por dentro, realmente, no dice mucho.
El Convento pertenece hoy en día a la Galería Nacional de Arte y allí se exponen obras de arte renacentista y barroco.
Desde el mirador de los jardines del castillo, la vista que se tiene de la ciudad es genial...
Al alejarnos a pie de esta zona, un poco de casualidad, pasamos por el Palacio Wallenstein, donde funciona el Senado de la República Checa, y paseamos por sus jardines diseñados en 1630...
Algo que nos llamó la atención es una pared cubierta de falsas estalactitas que dan impresión de caras un tanto raras...