Es una casa que fue habitada por primera vez antes del 1700 y en la cual recorriendo las distintas habitaciones uno puede ver cómo vivía una familia de la alta sociedad en el siglo XIX.
Hay cuadros familiares, objetos de porcelana y la vajilla utilizada por la familia, todo muy cuidado, por supuesto.
Está muy bueno que hasta el hermoso jardín se puede recorrer libremente.
Es de 1880 pero la van restaurando para mantenerla en excelente estado, al punto de parecer moderna. Actualmente, hay oficinas funcionando dentro de la iglesia.
Fuimos a conocer el Vondelpark, el parque más famoso de Amsterdam y también considerado monumento nacional.
Vimos mucha gente corriendo, haciendo gimnasia y, por supuesto, andando en bicicleta!
Ni la llovizna que nos acompañaba ni el haber ido de noche nos impidió ver la belleza del pulmón verde de Amsterdam.
Es enorme! En sus 47 hectáreas tiene árboles, lagos, puentes y, por supuesto, bicisendas...
Pero tiene, además, varios lugares donde tomar algo... una casa de té, por ejemplo, de 1937.
En esa misma plaza es donde se encuentra el Hard Rock café Amsterdam y fue allí donde cenamos.
La pasamos bárbaro. Ya desde que llegamos nos atendieron muy bien y, mientras esperábamos que se desocupe alguna mesa, nos sentamos en la barra y con trago en mano el barman nos sacó esta foto: