La plaza más famosa de la República Checa nos dejó sin aliento... No hay palabras para describir su belleza. Posiblemente el lugar más lindo de Europa, encandila con sus faroles antiguos y la imponente hermosura de la edificación medieval que la rodea.
Llegamos alrededor de las 18.00 por lo que pudimos ver el anochecer en la plaza y disfrutar de 2 panoramas uno más impactante que el otro.
La Plaza Staromestske está llena de vida... montones de turistas la visitan dia y noche y aprovechan para tomar algo y comer en alguno de los muchos restaurantes y bares que la rodean...
El ícono de la plaza es el famoso Reloj Astronómico (Staromestsky Orloj) y no es para menos, es hermoso!
Se puede subir a la torre del Reloj por medio de ascensores. Desde allí se tiene una vista genial de toda la plaza y sus alrededores. También se obtiene una excelente panorámica de la hermosa Iglesia de Nuestra Señora de Tyn (Kostel Matky Boží před Týnem).
Es el local más grande de Europa de la cadena, tiene cuatro pisos... Adentro es muy lindo y la lámpara que cuelga en el medio del salón con forma de guitarra es genial.
Nos costó un poco encontrarlo pero llegamos!
Cuando murió John Lennon, varios fans pacifistas decidieron homenajearlo haciendo un retrato suyo y dejando fragmentos de sus canciones (y de los Beatles), en épocas en que el comunismo prohibía escuchar sus canciones por contener mensajes subversivos...
Así que este muro es un homenaje a Lennon y a la libertad de expresión.
Este famoso puente construido en 1402 es el más viejo de Praga y está decorado por unas 30 estatuas religiosas que le dan un toque misterioso...
Este imponente edificio es el Monumento Nacional de la historia Checa.
Sólo se lo puede ver por fuera ya que es un complejo de oficinas, pero vale la pena acercarse hasta ahí. Este curioso edificio es de los más modernos de la ciudad.
Paseamos por la Karlovo námestí (Plaza de Carlos) y seguimos camino hasta encontrarnos con un Hooters donde decidimos hacer una parada... ya era hora de cenar!
Comimos unas hamburguesas buenísimas, tomamos unas cervezas y partimos hacia el hotel.
Recorrimos bastante este primer día pero Praga aún tenía mucho para mostrarnos.