El Hotel Sovereign, está a un par de cuadras de la estación, justo detrás de la Plaza Wenceslao, una ubicación inmejorable... Podemos agregar que el servicio y la atención son excelentes... uno de los mejores hoteles en los que estuvimos (y esperamos poder volver algun dia).
Praga enamora a primera vista. Su arquitectura parece salida de un cuento de hadas: castillos y torres medievales por todos lados, calles arboladas y plazas cubiertas de flores, limpieza y prolijidad por donde se vea... de ensueño...
Además transmite una tranquilidad y una paz que asombran...
Luego de dejar nuestras valijas en el hotel salimos a conocer una ciudad que representa un desafio para cualquier turista: el cambio y el idioma son imposibles!!!
Para el primer caso podemos recomendar que NO compren dinero en la estación de trenes, está lleno de casas de cambio (casi 2 por manzana) y los costos son mucho más favorables... Es muy difícil hacer cuentas mentales, lo aconsejable es llevar a mano una calculadora aunque, sinceramente, no sabemos muy bien cuánto pagamos tal o cual cosa...
Con respecto al idioma nos resultó imposible entender palabra alguna e incluso leer los carteles informativos. Por suerte muchos hablan ingles y la mejor manera de llegar a destino es preguntando...
Asi, tanto el Kiosquero que vendia los boletos de tranvia y el conductor del mismo nos ayudaron a llegar a nuestra primer parada.
Un viaje corto y ya estábamos en Josefov, el famoso Barrio Judio.
Pasamos frente a Rudolfinum, la sede de la Orquesta Filarmónica Checa que fue declarado Monumento de la Cultura Nacional.
Además, por aquí se encuentran algunas de las seis sinagogas que se conservan en el Barrio Judío y que son visitadas por muchos turistas.
Aunque más visitado aún es el Cementerio Judío. Son muchísimas lápidas amontonadas en un espacio no tan grande, sin embargo, dicen que hay más de cien mil personas allí enterradas. Acumulaban cuerpos arriba de los ya enterrados llegando a haber 10 personas enterradas juntas ya que no quedaban lugares para lápidas nuevas y era este el único espacio donde podían ser enterrados durante muchos años.
Dicen que el único motivo por el cual no fue destruido durante la II Guerra Mundial es que se lo quería conservar como museo de una raza extinta... Macabro.